
Cáncer de mama. Causas, consecuencias y ejercicio físico
PONIÉNDONOS EN SITUACIÓN
El cáncer se encuentra ubicado dentro del grupo de enfermedades crónicas. A día de hoy supone un 23% de muertes a nivel mundial, siendo ésta la segunda causa por debajo de las enfermedades cardiovasculares (OMS, 2019).
En Andalucía esta tipología de cáncer se posiciona en el segundo lugar con un 12% de los diagnósticos totales de cáncer, este está precedido del cáncer de colon con una diferencia de tan sólo un 2% (INE, 2019).
Según los últimos datos recogidos por el Sistema Europeo de Información del Cáncer (ECIS), en 2018 se diagnosticaron un total de 32.825 nuevos casos de cáncer de mama en España, siendo el que más incidencia tiene si hablamos de cáncer en la mujer.
Se estima que 1 de cada 8 mujeres desarrollará cáncer de mama.
Teniendo en cuenta estos datos surge la necesidad de crear estrategias específicas destinadas a la prevención y la mejora de la calidad de vida.
CAUSAS
Teniendo en cuenta el carácter multifactorial de la patología, se establecen dos grupos de factores:
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- NO MODIFICABLES
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- Edad
- Sexo
- Raza
- Factores genéticos
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- MODIFICABLES
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- Tabaquismo
- Ingesta de alcohol
- Exceso de peso/obesidad
- Sedentarismo
- Ingesta de alimentos de baja calidad nutricional
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Aunque aún no sabemos la confluencia ni el peso de cada uno de los factores para desarrollar la enfermedad (González-Merlo y González, 2000). Lo que sí podemos afirmar es que muchos de ellos se pueden contrarrestar con un estilo de vida activo y saludable el cual a la vez de presentar un carácter protector frente a la enfermedad también contribuye a mejorar la calidad de vida de las pacientes que sufran esta patología así como evitar recidivas.
CONSECUENCIAS
Debido a la intervención quirúrgica se producen una serie de alteraciones en la musculatura pectoral y zonas contiguas.
Éstas serán de mayor o menor afectación en función del método utilizado en la operación:
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- Métodos conservadores (los cuales intentan preservar la mayor parte de la mama)
- No conservador.
Algunos de los criterios para decidir que intervención realizar es la magnitud de las células cancerígenas y la afección de tejido cercano a causa del tumor (AECC, 2019).
Los efectos secundarios se pueden dividir en los siguientes, según el aspecto afectado:
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Físico:
- Fatiga asociada al dolor
- Náuseas, vómitos
- Infecciones
- Trastorno del sueño
- Inmunosupresión
- Densidad mineral ósea reducida
- Cambios de peso y alteración de la imagen corporal
- Posibilidad de linfedema
- Alto perfil inflamatorio
- Sequedad vaginal, disfunciones sexuales, menopausia, síntomas menopáusicos y esterilidad
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- Funcional:
- Disminución dela efectividad cardiovascular
- Ataxia
- Pérdida de tono y atrofia muscular
- Disminución de la amplitud de movimiento
- Sedentarismo
- Pérdida de memoria
- Neuropatía periférica.
- Funcional:
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- Psicosocial:
- Distrés
- Ansiedad, depresión, estrés
- Disminución de la autoestima
- Pérdida del autocontrol y sensación de aislamiento
- Psicosocial:
Incluso entre los supervivientes de cáncer 5 años o más después del tratamiento más de un 50% de ellas manifiestan limitaciones de rendimiento físico, incluyendo agacharse/arrodillarse, permanecer de pie durante 2 h, levantar/cargar 4.5 kg y caminar 0.4 km (Ness et al., 2006)
EJERCICIO FÍSICO
La guía de evaluación y prescripción de ejercicio físico que realiza periódicamente el Colegio Americano de Medicina Deportiva (ACSM) recomienda empezar a realizar actividad física lo antes posible durante y tras los tratamientos no quirúrgicos.
La recomendación desde la AECC (2019) es realizar ejercicio físico moderado de carácter cardiovascular al menos durante 30 minutos, cinco días a la semana. Además anima a incorporar actividades físicas en tu vida diaria como por ejemplo subir y bajar las escaleras a pie en lugar de usar el ascensor, ir andando al trabajo en lugar de usar un medio de transporte y realizar algún tipo de deporte o actividad física supervisada.
Además de introducir actividad física cardiovascular y hablar de las intensidades de la misma la guía que realiza el ACSM (2018) nos recomienda realizar entrenamiento de fuerza con pesas y/o tareas funcionales, no sólo para mejorar los niveles de la misma sino también para preservar la masa muscular.
RECOMENDACIONES
EJERCICIOS DE RESISTENCIA EJERCICIOS DE FUERZA ESTIRAMIENTOS
CARDIOVASCULAR
Estas recomendaciones deben ser individualizadas lo máximo posible teniendo en cuenta a la persona (edad, condición física, practicante de actividad física previo a la enfermedad…), el momento o fase de la enfermedad en la que se encuentre, a la intervención y tratamiento/s que se le esté realizando o se le haya realizado para tener el mayor éxito posible en nuestra intervención de ejercicio.
También es muy importante que la actividad física realizada sea supervisada por educadores físicos en Salud cualificados y con la máxima formación posible en ejercicio físico y en la patología en concreto.
Sí deseas más información haz click sobre el siguiente botón y nos ponemos en contacto contigo cuento antes
Verónica Bueno Muñoz
– Entrenadora Personal
– Graduada en CCAFD
– Especialista en Ejercicio Físico con
pacientes de cáncer de mama